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NO QUEDAN DÍAS DE VERANO

Publicado 23/09/2022

Restos de rostro humanos excavados en la Sima del Elefante de Atapuerca. Restos de rostro humanos excavados en la Sima del Elefante de Atapuerca. Y se ve en las celebraciones equinocciales de algunos monumentos y sitios arqueológicos como Puente de Tablas en Jaén o Viera en Antequera. Los días ahora son iguales a las noches, al menos en duración.

Llega el otoño y miramos atrás, a un verano histórico, arqueológicamente hablando y caluroso, muy caluroso, aunque parece que la capa de hielo de Groenlandia ha crecido más de lo habitual. Con las noticias del clima ya no sabe uno a qué atenerse. Con tanta alerta y advertencia dan ganas de taparse la cabeza con la almohada y no salir del dormitorio, pero claro el dormitorio está que arde. Yo suelo mirar dos aplicaciones que tengo y que funcionan muy bien, o por lo menos son menos alarmistas. 

El planeta se calienta, eso es irrefutable y la solución está en el uso adecuado de la energía. Pero ese es un tema que se nos escapa por aquí aunque pongamos el aire acondicionado después de llegar al hotel que toque durante una tórrida jornada de rodaje. Sin ir más lejos el lunes en Aranda de Moncayo, en la cumbre del yacimiento de Aratis. Un buen repecho, de esos que te recuerdan inmisericordes que el sobrepeso castiga más que un gancho de Mohamed Alí y que el calor lo empeora.

Me voy haciendo mayor y el tiempo se me escapa con más descaro. Antes los veranos eran eternos, estáticos, calmos, dorados, con aire de resina y perfume de dama de noche. Ahora, pasa San Juan y en un parpadeo estamos mirando al cielo por si cae la gota fría. Bueno la DANA, que ahora se llama así.

Yacimiento de Aratis en Aranda de Moncayo. Yacimiento de Aratis en Aranda de Moncayo. Empezamos a rodar en las vísperas del verano en Trafalgar, Cañaveral de León y Teba. Tres necrópolis prehistóricas que van a dar mucho que hablar y de las que ya hemos dado cuenta en estas páginas.

Agosto nos llevó al noroeste, a Galicia, para rodar megalitos y para acercarnos a su mundo romano. Y nos topamos con las mouras, personajes fantásticos y terroríficos que la literatura latina ya recogía, a pesar de lo que algunos piensen lo contrario. Así lo cuenta Gonzalo Fontana en su magnífico libro Sub luce maligna.

En Galicia, el monumento de Santa Eulalia de Bóveda constituye un elemento de discusión científica. Tradicionalmente, desde su “descubrimiento” en los años 20 o 30 del siglo XX, se ha tenido por una construcción tardorromana. En la actualidad se habla de comienzos de la Edad Media. En cualquier caso, Santa Eulalia nos lleva a Oriente, a trazos como los que hace pocos días hemos podido ver en el Museo del Castillo de los Aragoneses en Bayas (Italia). La impronta es inequívoca y recuerda también a las espectaculares pinturas de Q´sair Amra de Jordania, cerca de la frontera de Irak.

Y es que lo galaico se está orientalizando con la aplicación de la arqueología científica. Las Islas Atlánticas, son prueba de ello. Concretamente, en Ons, hay evidencias de presencia de mercaderes gadeiros – probablemente de origen fenicio – y restos de piletas de salazones y de una factoría de púrpura. La presencia fenicia en Galicia es sólida. Ya tuvimos ocasión de verlo hace unos años. Las sucesivas excavaciones dejan una pregunta en el aire: ¿Estaban las Casitérides en las rías gallegas? Al ver los restos del castro de la Isla de Ons, colgado sobre la factoría de múrices, la posibilidad se entiende más cierta.

Casco calcídico de AratisCasco calcídico de AratisNos dio morriña dejar Galicia aunque fuera para rodar en Navarra, territorio ignoto para nosotros hasta el momento por diferentes circunstancias y sobre el que teníamos grandes expectativas, que se cumplieron en La Custodia, Longar, Santa Criz, las Eretas y la misma Pamplona. Allí, en su Museo Arqueológico, pudimos filmar el Togado de Pompelo, una pieza que había salido de España a finales del siglo XIX y que ahora se expone – al menos – durante dos años en Pamplona. De esta escultura, del Museo dell´arte salvata de Roma y de los cascos recuperados de Aratis ya hablaremos. Estamos preparando un programa de esas “otras” piezas arqueológicas que han perdido su contexto por un expolio.

A esas alturas del verano, a mediados de agosto, una noticia había destacado sobre las demás, me refiero a una noticia arqueológica, naturalmente. Bueno, paleoantropológica para ser más exactos. Y como muchos veranos, esa noticia tenía su origen en Atapuerca. La Sima del Elefante – el corte que hasta ahora tiene restos humanos de mayor antigüedad – volvía a las primeras planas por la excavación de varios fragmentos de un rostro humano. Unos fragmentos en apariencia “gráciles” para su cronología, que puede estar entre los 1,2 y 1,4 millones de años. Quizás pertenezcan a un Homo antecessor muy primitivo o a un erectus. Quién sabe, todavía es pronto para decirlo.

El paleomagnetismo, la fauna y los núcleos cosmogénicos, amén de la propia tafonomía, darán una cronología más segura a medida que pasen los meses y se pueda estudiar todo el contexto del descubrimiento en diferentes laboratorios.

Nosotros tuvimos la oportunidad de filmar esa pieza, bueno son dos fragmentos, en el IPHES de Tarragona, donde se está restaurando antes de volver al CENIEH de Burgos. Estamos ante unos fósiles que pueden ser restos de los primeros representantes de la humanidad en la península ibérica.Marina Mosquera, Rosa Huguet y Manuel Pimentel en el IPHESMarina Mosquera, Rosa Huguet y Manuel Pimentel en el IPHES

Este verano se han cumplido 40 años del descubrimiento del llamado Hombre de Orce, un fragmento craneal humano, según algunos científicos y atribuido a otras especies según otros. Es importante reseñar que la presencia humana en Orce en 1,4 millones de años está reconocida internacionalmente. Los hallazgos de industria lítica, de huesos con acción antrópica (marcas de corte y de percusión) y de un diente infantil sitúan a Barranco León y Fuentenueva 3 en una horquilla de 1, 3 – 1,4 m.a.

El yacimiento de Venta Micena, donde apareció el fragmento craneal y un canal de húmero, tendría – según dataciones paleomagnéticas – una edad de 1,3 m.a. Nosotros produjimos y realizamos un documental al respecto titulado “El hombre de Orce” que puede verse libremente en este enlace.  Creo que después de verlo tiene uno una idea general de lo que ocurrió en Orce.

Han pasado 12 años desde que estrenamos aquel documental y casi 20 desde que lo empezamos y la paleoantropología española sigue teniendo – si se me permite la expresión – un muerto en el armario. Si tenemos en cuenta que la presencia humana en Orce ya está más que acreditada en cronologías de casi un millón y medio de años, convendremos que sería una gran noticia que los restos humanos de la controversia pudieran ser estudiados con técnicas actuales por investigadores de reconocido prestigio. Es una duda que nos mortifica a todos, un hablar bajito, un mirar para otro lado. Es hora ya de dar una solución firme y aceptada por todos a estos huesos.

Estos días hemos estado rodando en el Barranc de la Boella, con cronologías de 1 m.a. y todo funciona con normalidad. Da mucha alegría ver un yacimiento así. Pero también da tristeza pensar en el inmenso Orce que languidece.

Me consta que Juan Manuel Jiménez Arenas y su equipo están haciendo un gran trabajo científico pero necesitan seguridad y probablemente más apoyos.  Orce necesita unidad y transparencia; debe tener todas las garantías, eliminar las sombras, las dudas. La ciencia tiene herramientas y España instituciones suficientemente preparadas y dotadas para aclarar el panorama. Si pensamos un poco en global, Orce situaría a la península ibérica en un verdadero centro mundial para el estudio de la evolución humana. Dos grandes yacimientos con presencia humana segura por encima del millón de años serían un sueño para cualquier país.

Me consta que todas las personas que han trabajado allí lo han hecho con rigor pero no podemos obviar las diferencias existentes y tampoco podemos olvidar que el tiempo pasa y que – en última instancia – el conocimiento científico de Orce y su engranaje en el mecanismo global de la evolución humana, son los grandes perjudicados, amén de los habitantes de una zona tan deprimida. Personas que llevan mirando cuarenta años un boleto de lotería premiado que no pueden cobrar.Rodaje en Bayas. Rodaje en Bayas.

El verano que se acaba de despedir nos llevó también a Italia, a Baias y Pozzuoli y otros lugares en las proximidades de Nápoles. El objetivo era filmar la parte emergida y la parte hundida en el Tirreno de la ciudad de Baiae, un enclave que podríamos denominar turístico en época imperial.

La experiencia de sumergirnos en las cálidas aguas de Bayas ha sido de las más emocionantes de nuestra vida profesional. Hemos realizado 6 inmersiones y esperamos que el resultado sea de vuestro agrado. Bayas era un enclave de grandes villas y aguas termales que se hundió en el mar en torno al siglo VI de nuestra era. Adriano murió allí circunstancialmente. Dicen que a Nerón intentaron asesinarlo entre los muros de su gran villa.

Y hace dos días regresamos a Málaga y grabamos en el Cerro del Villar, en la excavación que dirige Pepe Suárez. El Cerro del Villar había sido descubierto por Manuel Muñoz Gambero en los años 60. María Eugenia Aubet ha sido la arqueóloga que ha intervenido en un mayor número de ocasiones desde 1972. Estamos ante uno de los primeros asentamientos fenicios en la península, muy cercano a Rebanadilla, un gran yacimiento bajo el Aeropuerto de Málaga. Allí hubo un grupo de templos que pudieron ser el primer asentamiento cananeo en la península.

 

Manuel Navarro

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