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ARQUEOLOGÍA BÍBLICA, EL MIÉRCOLES 20 DE MAYO EN LA 2 DE TVE

Publicado 14/05/2020

BAPTISTERIO DEL RÍO JORDÁNBAPTISTERIO DEL RÍO JORDÁN

Este lecho polvoriento, caluroso hasta la extenuación, es según la tradición cristiana el lugar en el que el mismísimo Jesús de Nazaret recibió el bautismo de manos de su primo Juan el Bautista. San Juan, que lo precedía y antecedía en casi todo, empleó el agua de un brazo del Río Jordán, brazo que hoy se encuentra desecado, para purificar al hombre nuevo y prepararlo para su nueva vida. Nos han conducido hasta allí por una pasarela vegetal. Estamos junto al Mar Muerto, en uno de esos lugares que uno no olvida cuando visita. Estamos en el lado Jordano. Se oyen, a lo lejos, las trompetas de Jericó. 

El nacimiento y auge de la arqueología traía consigo un dilema: emplear las fuentes bíblicas como textos que sirvieran de guía arqueológica. A fin de cuentas, si se recurría a otros documentos antiguos, ¿por qué no usar los textos sagrados? 

En primer lugar hay que decir que la Biblia es más una biblioteca de libros inspirados por Dios que una narración histórica. Lo que pasa es que incluye elementos históricos y sociológicos que no son desdeñables como indicios o pistas para la investigación arqueológica. Pero se trata de libros de fe, de libros revelados. 

Eso sitúa a los investigadores ante situaciones anfibológicas, ante confusiones más o menos esperables y no por ello más deseables. El trabajo de los arqueólogos bíblicos es muy complicado. Muchos son creyentes, otros son sólo científicos. Que se desate un conflicto interno no es el menor de los problemas, pero tampoco el mayor. 

EXCAVACIÓN DEL PALACIO DE TUTMOSIS III EN LUXOR. FOTO KURRO.EXCAVACIÓN DEL PALACIO DE TUTMOSIS III EN LUXOR. FOTO KURRO.

Existe un debate actual sobre si tiene sentido que hablemos de arqueología bíblica y no de arqueología sirio - palestina. Hay diversidad de opiniones. Si nos atenemos a la geografía bíblica, incluyendo el Antiguo y el Nuevo Testamento, es evidente que trasciende lo sirio - palestino para alcanzar limes más lejanos. Desde Tharsis hasta Nínive, pasando por Delfos o Tebas. 

Bastantes autores sostienen que la idea genuina del monoteísmo tiene su origen en Egipto, concretamente en la reforma de Amarna.

Egipto es además el escenario de la vida de Moisés y de uno de los grandes episodios bíblicos, aquél que terminó en la Tierra Prometida. Pero, ¿hay consistencia arqueológica para sostener el episodio de la presencia judía en Egipto? ¿Fue Ramés II el faraón del Éxodo?

La arqueología bíblica tiene en su ámbito el estudio del pueblo elegido, del pueblo judío.

Y el desierto es su escenario más recurrente, el retiro de los profetas el non plus ultra de los elegidos. Nos hemos adentrado en el paisaje de la Arabia Pétrea para escuchar los relatos de Petra Adriana, allí en los confines de Wadi Rum, camino de Ácaba. Olvidar a Lawrence de Arabia en esos paisajes es imposible. 

Hemos trabajado y viajado a fondo para ofreceros media hora que siquiera tenga un componente de introducción a un mundo, el de la arqueología bíblica, que tiene mucha tela que cortar. Y es tela púrpura con ribetes dorados. 

 

Manuel Navarro

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