La investigación, liderada por las universidades de Copenhage y Cambridge cuenta con participación española.
El equipo de Manuel González Morales detecta ancestrías del este de Europa en dos yacimientos cantábricos: Abrigo del Mazo y Cueva del Toral III. Estos restos genéticos pueden datarse en la gran crisis climática de hace ocho mil años.
Este empeoramiento del clima provocó el desplazamiento de poblaciones de Los Balcanes hacia el occidente europeo. Las evidencias se han publicado hoy.
La presencia tecnológica de microlitos en Abrigo del Mazo corroboraría esta aportación cultural externa, lo que unido a las evidencias genéticas sitúa la primera presencia de contingentes yamnayas miles años antes de la gran migración de la Edad del Cobre.
ENLACES
Population genomics of post-glacial western Eurasia
The selection landscape and genetic legacy of ancient Eurasians
Elevated genetic risk for multiple sclerosis emerged in steppe pastoralist populations
100 ancient genomes show repeated population turnovers in Neolithic Denmark
Es más que posible que la convivencia con el ganado durante el neolítico provocara enfermedades para las que nuestro sistema inmunitario preparó una estrategia defensiva. Esos mecanismos se transmitieron genéticamente, se grabaron en nuestro ADN. Cuando la amenaza cesó, por la falta de convivencia con los animales, nuestro sistema inmunitario generó enfermedades autoinmunes.
La razón de que muchas personas sufran hoy esclerosis múltiple, por citar el ejemplo central del estudio, se debe a que, durante el neolítico, los pastores de las llanuras del este de Europa, de las estepas pónticas, desarrollaron mecanismos anti infecciosos para evitar la transmisión de enfermedades con origen ganadero. Esos mecanismos se volvieron contra nosotros mismos al no tener enemigo contra el que luchar.
La presencia de estos genes en poblaciones actuales, unido a otros factores, podría explicar la aparición y desarrollo de la enfermedad.
En los cuatro artículos publicados hoy simultáneamente, se asegura que una línea invisible separó genéticamente las poblaciones de las estepas centrales del continente de las del noroeste de Europa durante los primeros milenios tras la glaciación.
Las diferencias genéticas de estas poblaciones con las del resto del continente serían mayores de lo que se esperaba. Las poblaciones del oeste europeo tendrían origen en las culturas epigravetiense, aziliense y epipaleolítica.
Uno de los artículos certifica la sustitución genética de poblaciones ancestrales por contingentes yamnayas de las estepas en la actual Dinamarca.
El estudio define una gran migración y la convivencia de tecnologías agrícolas y ganaderas diferentes durante el neolítico y la Edad del Cobre.
El estudio de la transición entre las sociedades de cazadores recolectores a las de agricultores y ganaderos ha dado hoy un salto cualitativo.
La biotecnología está cambiando definitivamente nuestra capacidad para comprender la evolución humana, pero no debemos olvidarnos de la necesidad de evidencias arqueológicas.
Manuel Navarro