El viernes pasado comenzamos unas nuevas jornadas de rodaje que ya nos han llevado a Marroquíes Bajos en Jaén, a Zaragoza y a Burgo de Osma. Mañana estaremos trabajando en los abrigos rupestres del Río Duratón.
Esta mañana, después de desayunar en un hotel con aforo pre pandemia, en el que incluso había una chica en prácticas que no hablaba español, he visto en la tele como los ganadores olímpicos se colgaban la medalla a ellos mismos. Esto me suena de algo, ya que siempre estamos en primera línea para reclamar una presea para nos. Napoleón llevó esta práctica al máximo, al coronarse ante clérigos y cortesanos con expresión de: "¿Conocéis a alguien mejor que yo para hacer esto? El que así lo entienda que dé un paso al frente." Podéis verlo en el lienzo "La Consagración de Napoleón" del inolvidable David.
Visto que la ceremonia de las medallas va a consistir en que los miembros del COI ofrecerán los trofeos en bandejas de plata a los laureados atletas, no he podido dejar de pensar en hacer una película que se llame "presea". Una película que sea una sucesión de vencedores colocándose la medalla a sí mismos, como si fueran políticos cualquier día en la prensa. Por cierto, ¿Los miembros del COI son interinos o funcionarios? ¿Hacen oposiciones? La verdad es que tienen todos cara de felicidad.
Cuando me subo en la furgoneta veo que Kurro lleva una camiseta con esta leyenda: "2020, written by Stephen King". Me pregunto si sería yo capaz de ganarme los garbanzos haciendo lemas de camisetas tan bueno como ese. ¡Qué manera de explotar la distopía, oiga!
Salíamos desde Zaragoza - donde hemos grabado unas secuencias del documental Annual 1921 que estamos terminando - camino de Burgo de Osma. Desde aquí saldremos mañana hacia hacia las Hoces del Duratón, en busca de un arte rupestre que todavía no hemos visto en persona. El Duero y su cuenca, van a ser los protagonistas de nuestro trabajo esta semana.
La mañana ha transcurrido por el Campo de Borja, Tarazona y el siempre presente Moncayo. Hay molinos de viento, huertos ocultos, viñedos y campos de trigo. De los campos de Aragón a los de Castilla. De Costa a Machado.
Nunca se puede dejar de recordar a Don Antonio cuando se vuelve a Soria. Soria es una reserva de la poesía y de la naturaleza; de los misterios de la existencia y de lo que fue un día.
Volveremos a Valonsadero y a la Curva de la Ballesta. Desde allí, saludaremos a Saturio. Por las noches abriremos las ventanas para oír extraños rumores. Me hubiera gustado bañarme dos veces en la misma agua del Duero, pero Heráclito ya dejó dicho que era imposible.
Manuel Navarro
