PAREDE DE LAVA Y VILLA PORTUARIA DE HERCULANO. FOTO CARMEN.
* EL PROGRAMA DARÁ COMIENZO A LAS 20 HORAS
* RODADO EN HERCULANO, NÁPOLES Y BAIAS.
* ANALIZAREMOS A FONDO CÓMO DESAPARECIÓ HERCULANO
* REDIFUSIÓN EL DOMINGO A LAS 08:45 HORAS
Johann Joachim Winckelman está considerado por muchos como el fundador de la Historia del Arte y la Arqueología como disciplinas modernas. Es posible. Lo que es seguro es que vivió con una obsesión: entrar en Herculano, que estaba controlado por el Rey de las Dos Sicilias, Carlos III, a la postre, monarca hispánico. Y Carlos III prohibió la entrada de todos los extranjeros.
Y es que comprender Pompeya y Herculano sin la intervención de la monarquía, sin la creación de los primeros grandes museos y sin lo que podemos denominar "espionaje cultural" es muy complicado.
En la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de la madrileña Calle de Alcalá, pueden verse los moldes de yeso de las primeras esculturas que los ingenieros de minas españoles rescataron de las excavaciones de Herculano. Porque los originales siempre permanecieron en Nápoles por expreso deseo de Carlos III.
El citado Winckelmann tuvo mucho que ver con el comercio de antigüedades y joyas arqueológicas, lo que le granjeó - junto a su apoyo vaticano - la posibilidad de vislumbrar los tesoros de Herculano.
Es una historia maravillosa, la intrahistoria de unos yacimientos que suponen - con casi toda probabilidad - el origen mismo de la arqueología como disciplina.
Herculano y luego Pompeya, no serían lo que son sin el trabajo metódico de los ingenieros de minas españoles que consiguieron perforar la piedra volcánica para revivir esas dos maravillosas ciudades. Porque túneles ya hacían los expoliadores, pero se les caían. 
INTERIOR DEL TEATRO DE HERCULANO. FOTO CARMEN.
En el próximo programa podremos disfrutar de Herculano y de algunos de sus lugares más célebres, como el teatro. Penetrar en ese "infierno de los cómicos" es una de las experiencias más sugerentes, escalofriantes y psicotrópicas que he vivido. Es como atravesar una cortina cuántica, un mundo como la trastienda de la biblioteca de "Interestellar". Nunca habíamos visto nada así.
Los habitantes de Pompeya, Herculano y Estabia no sospechaban que el Vesubio podría albergar semejante poder de destrucción. Su mundo desapareció - una vez más - en un parpadeo. Plinio el Viejo trató de poner a la Marina de Roma al rescate. Su sobrino, Plinio el Joven, se lo contó a Tácito en una impagable correspondencia. El "Viejo" perdió la vida pero ganó la gloria gracias al "Joven".
La ciencia, con un papel preponderante de la arqueología española, ha ido averiguando muchos detalles de Herculano y sus alrededores. Para empezar, la fecha de la erupción. Siempre se había considerado como día más probable el 24 de agosto del 79. Ahora las pruebas arqueométricas parecen situarnos en octubre.
En la foto que encabeza este post, aparece a la derecha la enorme acumulación de lava que dejó para siempre en el dique seco el puerto de Herculano. Allí murieron mujes, niños y hombres. Allí quedaron atrapados los navíos. La arqueología los ha descubierto para nosotros.
Quizás, la Sibilia de Cumas viera con anterioridad la catástrofe. Quizá, Virgilio lo supiera. Adriano supo apreciar la belleza del Golfo de Nápoles y construyó allí una de sus villas con una cúpula como la del Panteón. Lo bello y lo terrible están estrechamente ligados en este bello rincón de nuestro hermoso planeta. El miércoles, os mostraremos una parte.
Manuel Navarro
