Yacimientos como La Beleña de Cabra, Pinilla del Valle o Valencina de la Concepción ocuparán un espacio destacado en el capítulo que contará con la participación de Juan Luis Arsuaga, Enrique Baquedano, Dimas Martín Socas o Germán Delibes, entre otros destacados profesionales.
En el próximo episodio tratamos de aclarar el misterio de los yamnaya. Para eso, investigamos profundamente las ciencias aplicadas a la arqueología. La genética y otras tecnologías biomédicas son la punta de lanza de una revolución que está cambiando la naturaleza de los estudios materiales del pasado.
Arqueomanía recorre varios yacimientos y laboratorios en los que se documentan procesos de cambios poblacionales y muestra como se plantea una investigación científica actual aplicada a la arqueología. La dialéctica genética – arqueología, ocupa el centro de un capítulo que aclara el estado de la cuestión. El paleolítico o la irrupción de la Cultura del Vaso Campaniforme sirven de escenario para nuestras pesquisas.
Uno de los retos de este fascinante episodio ha sido mostrar mediante infografías, el proceso de reconstrucción de ADN antiguo. Nos enfrentamos a tecnologías de gran complejidad que no pueden ofrecer unos resultados mágicos o lineales. Al contrario, estamos ante procesos que requieren de interpretación y de una mirada muy experta para que no produzca en ellos una desagradable distorsión.
El origen de las poblaciones es un asunto recurrente. Y lo es por motivaciones diferentes. Hasta ahora, lo que nos demuestran la genética y la arqueología es que la especie humana ha tenido siempre una gran movilidad. Los grupos humanos se han dispersado, han ido y han vuelto, una y otra vez por la faz de la Tierra.
Pero esa movilidad tiene que ser explicada en cada contexto, en cada periodo. Por eso, la relación entre microbiología y arqueología debe ser de apoyo mutuo, no de rivalidad, ya que una llega donde no alcanza la otra.
La arqueología, que empezó como una disciplina hermana de la historia del arte y del estudio de antigüedades, es cada vez una ciencia que emplea muchas herramientas de la ciencia de vanguardia. La genética es una de ellas, pero no la única.
En este capítulo hemos querido asomarnos a esta realidad cambiante, a esta manera de acercarnos al conocimiento cada vez con una mentalidad más abierta y con unos recursos más variados.
La huella imborrable habla de nuestra genética, pero también de nuestra cultura material.
Manuel Navarro