Esta noche volveremos - gracias a los dioses - a bañarnos en el Mediterráneo de nuestros antepasados y a saltar el fuego del solsticio. Día de recuerdos, de "Júas", de sardinas y salitre. Noche para matar al viejo preocupado y dar la bienvenida al joven inquieto. Rito de renovación, celebración de la muerte y celebración de la vida. Es la Noche de los Tiempos. La cantó Serrat en "Fiesta". En Valonsadero será la "sanjuanada", y en...
Una manera de celebrar nuestro vínculo con el mundo que fue y que desaparece como una palabra escrita sobre el vapor que cubre un espejo ante nuestras miradas impotentes.
Hace unas semanas invité a Enrique Baquedano, director del Museo Arqueológico Regional de Madrid, sito en Alcalá de Henares, a que hiciera de maestro de ceremonias en la presentación de nuestro libro en el Museo Arqueológico Nacional. Aceptó encantado. Alguno de vosotros lo pudisteis ver el pasado jueves en Madrid. El caso es que entre mi invitación y la celebración del evento recibí un día una llamada suya para que filmáramos la exposición sobre el Campaniforme que ha montando en el museo que dirige, en el museo de Alcalá. El viernes pasamos por allí y fue todo un acierto.
La cantidad y calidad de las piezas expuestas ya es razón suficiente para pasar por Alcalá y dedicar un par de horas a deleitarse con ellas. Pero es que no es solo eso. Su discurso, su relato, generado por el comisario de la muestra, el señor Germán Delibes, es francamente un giro copernicano.
Germán Delibes asistió para responder a nuestras preguntas. Encontré un hombre lleno de vitalidad, conocimiento, cercanía y humanidad. Una de esas personas que sientes profundamente no haber conocido antes.
A los pocos minutos de nuestra charla salió un nombre: Miguel Ángel de Blas, a cuento de la explotación de las minas de cobre prehistóricas en Asturias. Conocíamos de su existencia por las noticias que el propio Miguel Ángel nos ha dado estos años. Tarde o temprano iremos a filmarlas, su valor para comprender la Prehistoria peninsular es capital. Aprovecho estas líneas para enviar un cariñoso saludo a Miguel Ángel de parte de todo el equipo. Germán Delibes nos confesó su amistad con Miguel Ángel y el gusto compartido por el ciclismo, los Beatles y las lecturas de la Segunda Guerra Mundial. Para alguien como yo que adora el deporte del pedal y lee las memorias de Churchill, las afinidades son más que suficientes.
Vuelvo a la exposición para destacar una cosa por encima de todas: los "campaniformes" es decir, los individuos que controlaban, difundían y explotaban el fenómeno del vaso campaniforme, podría muy bien ser - según una hipótesis - un grupo de élite que penetró en diferentes sociedades prehistóricas ya constituidas.
Hay dos términos: tecnocracia y apropiación cultural que han tenido su eclosión en momentos diferentes y que nos pueden servir para explicar el fenómeno campaniforme. Tecnocracia porque estamos ante grupos humanos que controlan y desarrollan una tecnología que es un secreto industrial y que les sirve para ser cabeza de las sociedades que colonizan. Por ello, aparecen los vasos campaniformes en zonas de explotación económica, como las minas, las zonas metalúrgicas o las salinas.
Por otra parte, los campaniformes reabren dólmenes neolíticos para enterrarse y transfieren signos del arte esquemático a su cerámica, ¿Acaso no es eso una apropiación cultural?
Las polémicas por la sustitución de poblaciones, la pericia con los metales, la división social y sexual... Hay mucha tela que cortar. Pero no será hoy, hoy recordaremos a aquellos hombres y mujeres de la Prehistoria que celebraban que el sol había vuelto a cambiar de rumbo.
Manuel Navarro